Espíritu, secreto, conexión y creencia. El mundo que hay en el interior del ser humano como ser universal es explorado precisamente por eso que llamamos esoterismo. Podríamos decir que el mismo es tan antiguo como la existencia humana y sus primeras creencias. Podríamos decir que el mundo del esoterismo se activó con nuestras primeras religiones, las cuales derivan del miedo a lo desconocido. En el principio se trataba de los fenómenos naturales, los cuales eran sorprendentes para el humano primitivo, aunque si lo pensamos bien esas influencias del pensamiento se mantienen en muchas tendencias esotéricas del presente.
Lo esotérico como el mundo de lo oculto
Del concepto del esoterismo, podemos indicar que el mismo se crea en Grecia como parte del debate de conocimiento que había en la antigüedad. Filósofos tan importantes como Platón y Aristóteles hicieron mención sobre el esoterismo. Claro que en ese caso, lo esotérico ocupaba la disciplina del estudio y la comprensión de lo real. El término “esotérico”, hacía mención a las ramas del conocimiento oculto y solo tratado por algunas elites. A decir verdad, todo eso se conservó sobre todo durante la Edad Media, donde cualquier tradición pagana debía hacerse bajo el más puro silencio sepulcral para evitar la muerte.
Los conocimientos ocultos siempre forman parte de una categoría de lo esotérico, reservado en aquel entonces para aquellos que podían emprender la búsqueda de forma solapada. Hasta los últimos dos siglos quizás, todo el conocimiento interno y poco convencional de algunos grupos selectos ocupaba el mundo de lo esotérico. Claro está, todos eran misteriosos y buscaban algo más allá de los límites de lo real. De hecho, conocimientos esotéricos fueron y son por ejemplo la alquimia, el taoísmo, la cábala, el tantra, etc. Claro que esto era esotérico para el cristianismo, pues en cada civilización las creencias se tratan de una forma distinta. Los chinos y los indios jamás tuvieron problemas con sus prácticas y su visión de la religión y los dioses está conectada al mundo esotérico.
Lo esotérico y el problema de la religión
Aún en la actualidad hay personas que dicen no creen en el horóscopo, el tarot y otras prácticas esotéricas debido a su religión. A ciencia cierta, las primeras religiones debieron ser bastante esotéricas y tanto es así, que muchas de las creencias del esoterismo derivan de ellas. Los primeros dioses no tenían forma humana, ni eran energía cósmica: simplemente eran la luna, el sol, las estrellas y los fenómenos naturales que preocupaban a los humanos de la antigüedad. ¿No les parece familiar? Si nos fijamos bien, el horóscopo abarca el estudio de la influencia que tienen los cuerpos planetarios sobre nosotros y el resto de las cosas.
El propio tarot guarda relación con la cábala, escuela del esoterismo anclada en algunas manifestaciones del judaísmo. A su vez, este tipo de prácticas no suponían un peligro para las religiones politeístas y formaban parte de ellas. Si vemos las historias religiosas en China, todos los símbolos esotéricos están relacionados con la propia creación del mundo. Las prácticas de quienes pudieron estudiar a escondidas estas disciplinas es lo que nos queda hoy en día, junto con la riqueza espiritual del mundo oriental. No hay nada de malo en explorar este lado de la espiritualidad: al final, todo se une al universo.