Piromancia: la adivinación a través del fuego

El hombre, desde siempre ha tenido la necesidad de tener nociones acerca de su destino. El miedo a lo desconocido y la creciente necesidad de tener el control de su vida, lo ha llevado a crear diferentes herramientas que cumplan con sus propósitos. Muchas de ellas son milenarias y han perdurado en el tiempo, aún con las diferentes dificultades e ideologías, que han amenazado con su exterminio. Sin importar su lugar de origen se han expandido, llegando a lugares insospechados. Uno de estos métodos es la piromancia, de la que a continuación hablaremos y te invitamos a acompañarnos.

¿Qué es la piromancia?

Esta es la capacidad de ver datos sobre el futuro, a través del fuego y sirven como referencia los colores de la llama y tipo de chispa, así como los sonidos que emiten. Es una práctica milenaria y su origen es un tanto incierto, ya que este ha sido motivo de adoración en diferentes culturas. Estando presente desde los humanos primitivos, el fuego se ha considerado como un elemento muy importante y determinante para el desarrollo de las sociedades. Se dice que, por estos mismos motivos, es la técnica de adivinación más antigua y de la que se han originado muchas otras a lo largo de la historia.

La forma más básica de piromancia es la de analizar el tipo de llama y a partir de allí sacar conjeturas. Es así como se practicaba en la antigua Grecia por parte de las vírgenes del Templo de Atenea en Atenas, rindiendo así devoción al dios del fuego y la forja Hefestos. También existen registros de esta práctica en China desde el periodo neolítico, justo durante las dinastías de Shang y Zhou. Se realizaba aplicando fuego a los huesos oculares de animales como la tortuga y buey, ocasionando grietas que luego eran interpretadas.

Tipos

Esta técnica varía en razón a la forma en que se aplica el fuego o calor, del soporte o elementos utilizados en el ritual. En consecuencia, podemos hacer mención de la “causinomancia” en donde su principal principio es la quema de los objetos, independientemente de los que sean. También de la “sideromancia”, que interpreta los reflejos que aparecen al colocar pajitas sobre un hierro al rojo. La “botanomancia” cuando el elemento que se usa para la quema es una planta, “dafnomancia” o “empiromancia” a la técnica que se utiliza para adivinar quemando hojas de laurel. La “alomancia” es el procedimiento que se realiza lanzando sal al fuego.

También está la piromancia que se hace a partir de la interpretación del humo del fuego, llamada “capnomancia”. La que implica el uso de huesos, en donde se introducen varillas al rojo para causar e interpretar los crujidos y grietas, se le denomina “osteomancia” la “plastomancia” utiliza plastones de tortuga, y finalmente en la “escapulormancia” se usan escápulas de animales. Todas estas variaciones están dadas por el lugar en el cual se originó y se empezó a hacer la práctica, pero igual van tras el mismo objetivo. Visualizar e interpretar para hallar respuestas concretas.