Como ocurre con todos los signos del zodíaco, Cáncer tiene virtudes por las cuales no envidiar a nadie y defectos por los que debiera esforzarse en mejorar. Su espíritu tan hogareño hace que los canceriano pasen tanto tiempo en su casa, que interactúan poco con los de su alrededor. Esto les trae algunas dificultades especialmente al momento de generar oportunidades de aprender de los demás. Cáncer es un signo muy autodidacta, capaz de aprender rápidamente de lo que ve y escucha. Desafortunadamente pasa por muchos períodos en los que “hiberna” y se cierra en si mismo. Cuando esto sucede, hay que tratar de sacarlo de ese entorno y que sea capaz de abrirse al mundo. Cáncer debe comprender que no puede vivir encerrado en una burbuja.
Todo lo bueno de Cáncer
Se trata de personas extremadamente emocionales y cariñosos. Son muy protectores con su familia y muy simpáticos con su familia. Sin embargo, pueden llegar a sufrir mucho a causa del manejo de sus emociones. Generalmente cuando un canceriano está expuesto a situaciones de alta presión o estrés, reacciona muy mal. No logra identificar la emoción que en ese momento está experimentando y por tanto no puede medir la conducta que adopta. Digamos en pocas palabras, que no logra autocontrolar sus emociones.
La imaginación y la intuición son dos talentos que este signo sabe capitalizar muy bien. Con su imaginación llegan a crear grandes obras de arte o literarias. Cáncer es un signo que escribe muy bien y puede proyectar hechos de su vida a través de su obra, y con ello ayudar a los demás. Tiene una forma de expresarse tan efectiva que sabe llegar al corazón del otro y conquistar su confianza. De esa forma se convierte en un gran amigo y en un sabio consejero.
Lo que tiene que mejorar Cáncer
Los defectos forman parte de nosotros pero si los podemos transformar en virtudes o por lo menos mejorar vale la pena hacer el esfuerzo. Cáncer sabe que el mal humor es algo que literalmente ahuyenta a las personas de su lado. Es que cuando algo no sale como el quisiera todo está mal. Cuando alguien de este signo está de mal humor pasa todo su tiempo criticando a los demás y lo que resulta peor aún, se castiga a si mismo. Culparse es un mecanismo por el cual Cáncer pretende el consentimiento de los demás.
Pero no es este el camino, ya que la paciencia de los otros, y aunque sean seres queridos, tiene un límite. El complejo de inferioridad es algo que acompaña la vida de un estas personas casi hasta el final. Aunque sean muchas horas las que dediquemos a mostrarle todo lo bueno que tiene, parece que es ciego frente a ello. Siempre desvaloriza sus cosas y piensa que su trabajo no vale. Si va a una fiesta por ejemplo, dice “qué bonita se ve fulana” y cuando le dicen pero “tu también te ves hermosa” simplemente dirá: “si pero estoy gorda”. La moraleja para los cancerianos es: valoren más todo lo bueno que tienen. Vean la mitad del vaso medio lleno y no la del medio vacío.