Tanto si se trata de un hombre o una mujer, Leo es siempre vistoso, de ningún modo pasará desapercibido. Les encanta la fascinación que otros puedan profesarle, como si se alimentaran de ella. Son los reyes del zodiaco, no les es posible vivir sin atraer la atención de los demás. Su personalidad está hecha con retazos de drama e histrionismo. Interpreta inclusive fuera del escenario, las cadencias de su voz revelan sus diferentes niveles de afectación. Buscan siempre los lugares donde tienen posibilidades de dar a conocer el brillo de su majestad. Exhiben orgullosos su personalidad magnética, con la que atrapan nuevos seguidores. Donde quiera que vaya intentará siempre dar rienda a sus ambiciones.
¿Cómo se desenvuelve Leo en el terreno del amor?
Con Leo como pareja, se escribirá una historia de pasión y amor vehemente. La relación emanará entusiasmo durante cada instante del día. Gracias al drama que se empeña en escenificar, la relación se tornará épica o romántica; adquirirá tintes surrealistas. Cada vez que sienta algo que le conmocione por dentro, lo dirá sin el menor titubeo. No vacilará en expresar sin enmascaramientos cualquier cosa que se le pase por la cabeza.
Derrocha felicidad la mayor parte del tiempo, en sus galanteos derrama mucha alegría y, en base a bromas y risas, enciende el fuego de la persona, quien es objeto de su deseo. Suele vestir de manera extravagante. Cuando aparece en sus citas, surge de pronto en medio de rumores y voces que comentan sobre su apariencia o sus ademanes. Cargado de regalos, se aproximan con una sonrisa radiante; demuestran su afecto con abundancia de detalles.
No dudan en mostrarse sugerentes, hacen un expreso llamado a la acción, al amor sin barreras. Esperan de su pareja que pueda seguirles el ritmo y así poder encender e inflamar las llamas del amor en conjunto. Siempre decididos a todo, dramatizan los actos más insignificantes y los magnifican, haciendo de la relación una auténtica experiencia de vida.
Invulnerables e invencibles a los fraudes amorosos
Dado que actúan siempre abiertamente, muestran sus mayores debilidades como un libro abierto. Es así que, ante cualquier suceso que lleve al traste la relación, serán vulnerables a cualquier acto malicioso que su expareja pretenda poner en marcha. Tienen cierta profundidad de emociones; por ello, incluso siendo muy fuertes tanto de físico como de carácter, suelen flaquear y no falta quien los pueda ver titubeando.
Cuando, pese a todo el teatro que dispensan al ser en quien están sus anhelos de realización del amor, son rechazados, se desmoronan rápidamente. No pueden evitar sentir la imperiosa necesidad de aprobación por parte de los demás. Esto, para los de signo Leo, es como respirar el aire nuestro de cada día. Es así se ve obligado a soltar más de un rugido de decepción en la penumbra de sus sentimientos malheridos.
Aunque por fuera pueden parecer muy seguro de sí mismo, siempre están buscando que los demás fortalezcan su ego en base a elogios. Demandan mucha atención y tiempo de sus parejas. Como contrapartida, saben agradecer el sometimiento a su soberanía poniendo todos los tesoros del mundo a los pies de la persona que, de este modo, les ha demostrado su amor.